lunes, 22 de julio de 2013

vuelvo a vueltas con la prosa...

Ella cogio la taza de cafe muy fuerte, para que el no viese que estaba temblando. Tenia mucho miedo, aquel hombre tan solo con cerrar la puerta de la casa habia dejado sus monstruos atras. Un monstruo que la perseguia desde hacia tanto tiempo que ya no recordaba la vida sin miedo...

  • Y de donde es usted
  • Naci en una ciudad cerca del mar, pero como perdimos el mar pues perdimos la ciudad. Recuerda Stalba?
  • Recuerdo...recuerdo Stalba. Con sus cafes a la orilla del mar, sus paseos. Sabe? Alli conoci a mi mujer.
  • Si? ella tambien era de alli?
  • Si, pero claro sufrio tanto cuando toda su familia tuvo que moverse...bueno, ya sabe, de esas cosas hoy esta prohibido hablar. Pero fue tan triste, usted cree que fue triste?
  • Fue triste, fue injusto, yo...yo realmente me senti perdida.
  • Ya, pero usted ya vivia aqui entonces? Si no es incomodo preguntarselo.
  • Si, bueno vivi aqui toda la guerra. Me mude dos años antes aqui, a Milyske, la gran ciudad. La verdad es que la primera vez que estuve aqui me gusto mucho. Nunca habia visto tanta gente, tantas luces que me despistaban y a la vez me daban nuevas oportunidades.
  • Si, para las mujeres jovenes parecia que se abria un nuevo mundo.
  • Y ya ve, ese mundo me ha hecho volver al campo. Que tiene de comida? Huele muy bien.
  • Cocido
  • mmm que rico
  • Mejor era el de mi mujer.
  • En la guerra no habia cocido, aunque a veces haciamos algo parecido.
  • Ya, pero este pueblo esta tan cerca de la ciudad que se huelen los coches
  • Pero lo bastante lejos como para tener cielo.
  • Eso es, lo bastante lejos para respirar aire.

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