sábado, 13 de abril de 2013

Oriente

Ella tortuosa
de curvas sinuosas,
de calles con sorpresas.

Tiene tantos nombres
como todas las palabras
que olvidé
en el idioma sagrado.

Las volví a pronunciar
desde el hígado
y los huesos del corazón.

En ese mismo instante comprendí
los idiomas no estudiados.

Comprobé que los besos sin recibir
se transforman en pan duro.

Comprendí...

 Los recuerdos pertenecen a los idiomas de los sueños.

Incomprensibles al despertar.

Y así pasan volando,
son libres viajando, escalando torres Gálata,
respirando aire salado.

Respiran (ohm...)
aspiran.

Nunca nunca huyen de la vida
que los creó
y resucita al soñar.

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